El 22 de julio de 2024 nos dejó la poeta Julia Uceda a los 98 años en la ciudad gallega de Ferrol donde vivía desde 1976.
La larga carrera poética de Uceda fue reconocida con numerosos galardones en los últimos años de su vida. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía 2003 por 'En el viento, hacia el mar', el premio Luis de Góngora de las Letras Andaluzas, el premio Internacional de poesía García Lorca-Ciudad de Granada en 2019 y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2021.
La Dra. María Teresa Navarrete Navarrete leyó en 2015 una tesis doctoral sobre la autora sevillana ordenada en cuatro etapas:
"Sus comienzos líricos se sitúan en la poesía joven sevillana del medio siglo español, una de las agrupaciones poéticas de la generación de los cincuenta menos estudiadas hasta la fecha. Este estudio reconstruye el ambiente literario de esta agrupación en busca de los inicios literarios de la autora de los que es fruto su primer poemario, "Mariposa en cenizas" (1959). Dos años más tarde consigue alzarse con un accésit del Premio Adonais gracias a su segundo poemario, "Extraña juventud" (1962), cercano a la estética social imperante en aquellos años. Sin embargo, a partir de su tercer poemario, "Sin mucha esperanza" (1966), se percibe un nuevo rumbo estético marcado por la incorporación de material procedente del pensamiento grecolatino. Estos tres poemarios constituyen la primera etapa de la autora.
En 1966, Uceda decide emigrar a Estados Unidos tras recibir una oferta de la Michigan State University. Las dificultades para conseguir la estabilidad laboral como profesora universitaria por el hecho de ser mujer y la lejanía, cada vez mayor, con respecto a los presupuestos estéticos de la poesía social, fueron las causas que motivaron su autoexilio. Se inaugura en estos años una fase lírica determinante para la evolución de su poesía. "Poemas de Cherry Lane" (1968) escrito por entero en Estados Unidos, ofrece por primera vez una poesía influenciada por la psicología analítica, planteamiento que se repetirá en volúmenes posteriores. Por la trascendencia que este poemario adquiere dentro de la trayectoria de la autora, es posible definirlo como la segunda etapa de su obra.
A él le siguen "Campanas en Sansueña", "En elogio de la locura" y "Viejas voces secretas de la noche". En ellos, impera la reconciliación del sujeto poético con el pasado franquista. Para ello, se pone en marcha un proceso de indagación que persigue superar la perturbación que la infancia y la juventud vividas en la posguerra produjeron en el yo lírico. Esta superación psíquica, en términos junguianos, individuación, viene motivada por la vuelta de Julia Uceda a España en el año 1976 tras dejar Estados Unidos en 1972 y vivir en Oviedo, Albacete e Irlanda. Estas tres obras ofrecen nuevas técnicas y conceptos tales como la escritura desde el límite o la lucinación alucinada, que caracterizan la tercera etapa poética de la autora.
Finalmente, tras establecerse en Galicia en el año 1976, escribe sus cuatro últimos poemarios, "Del camino de humo"," Zona desconocida", "Hablando con un haya" y "Escritos en la corteza de los árboles". Sus poemas nos conducen a la reflexión sobre el origen y a la búsqueda en el presente de la herencia del pasado remoto. Esta reflexión inunda la cuarta fase creativa de la poesía ucediana."
La Red Municipal de Bibliotecas de Sevilla alberga un espacio on-line abierto sobre su biografía y dedica su sede del Distrito Macarena a la poeta, la biblioteca Julia Uceda. En ella pueden consultarse varios de sus libros en el entorno Bibliokepos.
Cerramos este texto con el poema El Sueño de su libro "Hablando con un haya":
O, nunca olvides que has estado en mi sueño
aunque aún no lo sepas.
Formar parte de un sueño es caer a un abismo
para salir de él sin guardar la memoria
de haber roto la noche en que no estuve alerta
y me creí segura sin cerrar la ventana.
Porque después de todo, ¿qué supe yo de mí?
Sólo supe mi nombre, mi estela en el espacio,
los nombres de lugares ¿que ocupaba?
los nombres de personas ¿que pasaron?
Tan sólo nombres. Nombres y palabras
con sonidos cambiantes según los instrumentos.
Pero un sueño es un mundo que carece de nombres
donde se oyen sonidos que ya no son palabras.
Nada llega a los labios aunque nada es vacío
porque todo lo llena lo que el silencio guarda
hasta que la semilla florezca en algún tiempo.
Pentimento, Julia Uceda
Gracias Julia, descansa en paz.
Créditos:
Imagen 1 : The Citizen
Texto 1: La obra literaria de Julia Uceda. M.ª. Teresa Navarrete
Texto 2: Hablando con un Haya. Julia Uceda. Ed. Pretextos. 2010