Celtis australis L.
CannabaceaeEl almez es un árbol conocido por las antiguas culturas mediterráneas, de donde es originario, y que puede vivir 600 años y alcanzar los 30 metros de altura.
El nombre genérico celtis hace referencia al buril del grabador, probablemente por ser utilizada su madera compacta y flexible para fabricar estos útiles, junto con mangos y bastones, además de aros de toneles, piezas de carretería o remos, artilugios ligados por tanto a la navegación. Celtis es también el nombre con el que los antiguos romanos se referían a una especie de loto, llamándose posteriormente así a este árbol porque sus frutos son parecidos a los de dicho loto. Cuenta la Odisea que durante su largo viaje de vuelta a casa tras la Guerra de Troya, las naves de Ulises y sus hombres eran desviadas por el viento, con lo que se encontraron con muchas aventuras antes de poder regresar a su patria, Ítaca. En una de esas ocasiones llegaron hasta la tierra de los lotófagos o comedores de loto. Algunos estudiosos piensan que ese loto podría ser la almecina, el fruto del almez. El nombre común parece provenir del árabe al-mais. El agrónomo de al-Andalus Ibn Luyun (1282-1349) recomienda en su tratado de agricultura su uso en los jardines: entre los frutales, además del viñedo, debe haber almeces y otros árboles semejantes, porque sus maderas son útiles. Ibn Luyun escribió su tratado Kitab al-filaha (“Libro de Agricultura”) en verso con el fin de que pudiera memorizarse fácilmente. Mitad científicos, mitad poetas, autores como Ibn Luyun demuestran que el jardín para la cultura andalusí era digno de ser ensalzado tanto por sus motivos botánicos como por los estéticos. Durante la larga travesía por el Océano Índico que realiza la expedición desde Timor hasta las costas de Sudáfrica, el cronista Pigafetta rellena su diario de historietas mitológicas, similares a esa de los lotófagos, que hacen que en estos pasajes la narración adquiera tintes fantásticos similares a los de la Odisea. Así por ejemplo, habla Pigafetta de una isla llamada Arucheto (o Amcheto), cuyos habitantes, tanto hombres como mujeres, "no pasan de un codo de alto" y que "tienen las orejas tan largas como todo el cuerpo", de manera que cuando se acuestan una les sirve de colchón y la otra de manta. Aunque hace pasar esta narración como contada por un piloto de las Molucas para hacerla más verídica, lo cierto es que Pigafetta, hombre con estudios, no hace sino reinventar una antigua leyenda clásica, la de los panoti, que tenían unas orejas tan grandes que podrían cubrirse con ellas el cuerpo entero. Citados por San Isidoro de Sevilla en sus Etimologías, estos seres legendarios adornan, junto a esciápodos (los hombres de un solo pie) o cíclopes, las relaciones de lugares exóticos durante la Edad Media. Pigafetta en este caso, quizá para vencer al aburrimiento y al cansancio del viaje sin paradas por el Índico, al no tener nueva materia sobre la que escribir, parece que decidió hacer pasar historias sacadas de sus lecturas como parte real de su narración de la expedición.Origin
European/MediterraneanCalendar
Habitat
Morphology
Type
Tree

Canopy
Spherical
h: 15 to 20m
r: 5.00

Leaf
Simple

Blade
Ovate

Blade
Lanceolate

Arrangement
Alternate

Margin
Serrulate

Base & Petiole
Cuneate

Apex
Aristate

Foliage
Deciduous
