AGUAS
La primera parada propuesta se sitúa bajo el gran laurel de indias del teatro Guiniguada, justo a la orilla del antiguo cauce, no muy lejos del puente que cruzaba el barranco conectando Vegueta y Triana.
Aquí, una pequeña alfombra de madera serigrafiada podría plegarse sobre el suelo o el banco, invitando a los ciudadanos a descubrir las diferentes historias que se despliegan a lo largo del barranco.
La primera de esas historias presta atención al rumor de las aguas del Guiniguada, las cuales se filtran desde Fuente Morales a la ciudad a través de canales soterrados,
acequias, lavaderos o fuentes. Aún existen algunas de estas infraestructuras que hasta hace poco fueron auténticos condensadores sociales y que hoy nos recuerdan los ímprobos esfuerzos de Las Palmas de Gran Canaria por domesticar las aguas a lo largo de su historia.